Si anteriormente hemos hablado de la importancia que tienen las invitaciones a un evento, en esta ocasión lo haremos sobre lo que es lo más importante de todo: los invitados. Ellos podrán convertirse en clientes fieles de nuestro producto y/o en embajadores de la marca y todo ello, depende en gran medida, de la experiencia que vivan en nuestro evento.

Habrá que tener muy en cuenta entonces aspectos tales como la forma en la que seleccionaremos a nuestros invitados y a través de qué canal lo haremos. Una correcta elección y un gran poder de convocatoria harán que tengamos más posibilidades de éxito.

Elegimos a nuestros invitados dependiendo de cuál sea nuestro objetivo.

 

Según el objetivo que queramos conseguir sabremos a qué tipo de público nos tenemos que dirigir. Lógicamente no elegiremos a los mismos invitados si queremos recaudar fondos en una gala benéfica, que si vamos a presentar un nuevo producto.

En nuestro caso nos centraremos en dos tipos: clientes y clientes potenciales, pero también pueden ser empleados (eventos corporativos), profesionales de medios de comunicación (ruedas de prensa), etc.

Eventos para clientes: afianzar relaciones y estrechar vínculos.

Si en nuestro evento queremos conseguir estrechar las relaciones con nuestros clientes y consolidar vínculos, les invitaremos solamente a ellos. Si el número de clientes supera el número de asistentes que podemos invitar, tendremos que seleccionar a algunos bajo un criterio.

Cada uno decide en qué aspectos se basará para la elección en función de cada caso, pero normalmente lo decidiremos por importancia (los que más valor nos reportan), trayectoria (los que llevan más tiempo confiando en nuestra empresa) y por su potencial (los que pensamos que más nos aportarán en el futuro).

Por tanto buscaremos en nuestras bases de datos y archivos la información necesaria para realizar la mejor selección.

Eventos para clientes potenciales: darse a conocer.

Por otra parte, si la finalidad que perseguimos con nuestro evento es la de presentar un producto o servicio, promocionarnos, o simplemente conseguir que se hable de nuestra marca (siempre teniendo claro nuestro fin principal), debemos invitar a nuestro público objetivo.

Según el producto o servicio en concreto, tendremos definido un target, que son los clientes potenciales a los que pensamos que tienen que ir dirigidos todas nuestras acciones y esfuerzo. Estos serán los que más probabilidades tienen de convertirse en nuestros clientes (si vendemos cunas para bebés no nos dirigiremos a adolescentes, pero sí vendiéramos videojuegos, estos formarían parte con seguridad de nuestro público objetivo).

En este tipo de eventos no debemos olvidarnos nunca de invitar también a periodistas, influencers, blogueros, youtubers, etc, que nos ayudarán en nuestra labor de darnos a conocer porque ellos nos harán llegar a más gente y de una forma digamos menos comercial, ya que su mensaje  se ve como algo personal.

Por tanto elegiremos a nuestros invitados, dependiendo de cuál sea nuestro caso y de lo que pretendamos conseguir con nuestro evento. Esta elección supondrá un factor decisivo para nuestro éxito.