Quién más y quién menos ha tenido dudas sobre esta cuestión en algún momento para asistir a una boda, a una cena de empresa, a una presentación, etc…

El ir correctamente vestido a un evento es algo a lo que debemos darle una gran importancia, ya que incide directamente en la imagen que los demás van a hacerse de nosotros. Es la primera imagen, la primera impresión que dirá mucho de nuestra actitud y estilo.

Aunque es evidente que no es solo lo que cuenta, si no respetamos la etiqueta marcada o no elegimos la adecuada, puede ser difícil luego quitarnos “de encima” la imagen preconcebida que se han hecho de nosotros.

Reglas de oro para tu etiqueta en un evento.

Respetar siempre las normas de etiqueta. Si en un evento indican la etiqueta, hay que cumplirla si no quieres parecer descortés o desconsiderado y si no quieres quedarte “fuera” (en algunos sitios la etiqueta es de obligado cumplimiento y si no se lleva implica la denegación de acceso al acto).

No hay que destacar, sino que hay que ir acorde con el tipo de evento al que se acude. A veces es difícil acertar pero el término medio siempre es el mejor. No hay que ir de más, pero tampoco de menos o quedarte corto. Cualquiera de los dos extremos hará que estés incómodo, no disfrutes y no puedas desenvolverte con total naturalidad.

Fíjate en los demás invitados al evento.

Fijarse en el anfitrión. Tanto si es una persona como una empresa o marca, el anfitrión marcará en cierta medida la etiqueta de sus eventos. Hay que fijarse si es un acto formal o informal, de tinte clásico o moderno y buscar algunas pistas que nos puedan ayudar. No es lo mismo ir a una presentación de una lujosa marca de relojes que a una presentación de un nuevo videojuego por ejemplo.

La hora de celebración, factor fundamental. Que el evento sea por la mañana, por la tarde o por la noche será algo a tener muy en cuenta a la hora de elegir nuestra vestimenta. Dependiendo del tipo de evento al que se acude y cuando no estén marcadas las normas de etiqueta, normalmente la noche será la más indicada para etiquetas más elegantes y colores oscuros, mientras que por el día pueden tener cabida las etiquetas más desenfadadas y colores claros. Eso sí, siempre atendiendo al tipo de evento que se celebre.

Preguntar y buscar información sobre el evento.

En el caso de que en la invitación no esté indicada la etiqueta y se tengan muchas dudas, lo mejor es preguntar a los organizadores del evento. También se puede buscar información en páginas webs, foros, blogs e investigando en las redes sociales.

Si es una empresa o marca por ejemplo, para buscar fotografías de eventos que se hayan celebrado anteriormente y que puedan servirnos de referencia.