Cuando organizamos un evento buscamos, entre otras cosas, aportar un contenido de valor. Eso hará que nuestro evento sea recordado con mayor facilidad y de una forma más sólida. Podemos conseguir una valoración más positiva de nuestra marca o empresa. Todo aquello que nuestros invitados consideren un “extra” interesante, de calidad y que les haya aportado un valor, será bueno para nuestro evento.

Espectáculos como contenidos de valor.

Hay muchas formas de aportar un contenido de valor en nuestro evento. Una de ellas es la incorporación de un espectáculo en el trascurso de la velada. Puede ser algo muy enriquecedor y una idea muy aplaudida por nuestros invitados. Pero cuidado, debe estar bien planteado e ir acorde con el tipo de evento que hemos organizado. Y, por supuesto, debemos seleccionarlo teniendo en cuenta el perfil de los asistentes. De lo contrario, podría no obtener el efecto deseado.

Podemos elegir entre muchas posibilidades. Para ello, como siempre, recomendamos buscar opiniones de terceros, informaciones por internet y redes sociales, investigar, indagar… Hay un sinfín de propuestas en este campo que debemos analizar. Tendremos que saber con antelación cómo será exactamente el espectáculo para no llevarnos “sorpresas”.

Elegir el mejor espectáculo para nuestro evento.

Influirán muchos factores a la hora de decidirnos por un espectáculo u otro. Es esencial, como nunca nos cansamos de decir con todo lo que interviene en un evento, que vaya acorde con la filosofía y los principios de la empresa. Y también con el tipo de evento que celebremos.

Pero lo más importante, es que el espectáculo sea adecuado para el perfil de nuestros invitados. Por ello, habrá que estudiar sus intereses y características tales como la edad, el estilo de vida, formación, etc. Conocer estos aspectos, nos ayudará a que podamos ofrecerles algo que valoren positivamente, consiguiendo así nuestro objetivo.

Tipo de espectáculos.

Podemos encontrar varios tipos de espectáculos, entre los que destacamos:

Espectáculos musicales. Dependiendo del presupuesto que se maneje se puede contar con un grupo o solista conocido. Pero aunque no lo sea, puede ser un acierto ya que la música siempre es bien recibida. Habrá que cuidar mucho el repertorio para que vaya en sintonía con nuestro público.

Espectáculos artísticos. Pueden tratarse de shows de luz y música, exhibiciones circenses o de habilidades, espectáculos de magia, danza…

Espectáculos cómicos. Si conseguimos provocar en nuestros invitados unas buenas carcajadas y que pasen un rato divertido, eso hará seguro que nos recuerden con una sonrisa. Pueden ser monólogos, humor mudo, espectáculos simpáticos que entretengan al público.

Espectáculos originales. Aquí hay que dar rienda suelta a nuestra imaginación y buscar opciones creativas y poco vistas para sorprender a los asistentes al evento. Por ejemplo los karaokes tipo Sing-Along o los teatros de improvisación pueden ser una buena idea y, además, fomentan la participación de todos.

Investiga, analiza todas las opciones y cuando hayas elegido la que mejor se adapta a tu evento y sus invitados, ¡disfruta del espectáculo!