Siempre decimos que lo más importante en un evento son nuestros invitados. Ellos son los protagonistas porque son los destinatarios de nuestros mensajes y de nuestras acciones. Y en base a ellos organizamos todo el evento.

Si no tenemos un gran poder de convocatoria y nadie o casi nadie acude a nuestro evento, será un fracaso total. Y ni siquiera habremos tenido la posibilidad de mostrar lo que teníamos preparado para ellos.

Por este motivo, conseguir que la gente quiera venir a nuestro evento es vital para lograr los objetivos por los que lo celebramos. Para este propósito hay que tener en cuenta varios puntos:

Definir nuestro público objetivo es lo primero.

Hay que concretar todo lo que se pueda a nuestro público objetivo. Y ¡ojo! nos referimos al público del evento y no del producto que se promocione o de la marca anfitriona porque pueden no ser el mismo.

Con un evento podemos, por ejemplo, intentar conectar con los más jóvenes aunque solo sea un parte de nuestro target y estemos dirigidos a más franjas de edad. O realizar un evento solo para los mejores clientes y premiar así su confianza y fidelidad aunque nuestro público objetivo no sea ese exclusivamente.

Una vez definido, lo tomaremos como la base para planificar todas nuestras estrategias. Habrá que utilizar la empatía para averiguar cómo captar su atención y hacer que quieran venir a nuestro evento. Pensando en las características propias de nuestro público, crearemos los mensajes adecuados para ellos con el lenguaje y formato idóneo. Esto nos servirá como base para realizar acciones posteriores como invitaciones, creatividades, anuncios…

Invitaciones atrayentes con solo un vistazo.

En nuestro post “Invitaciones para eventos” entramos en profundidad sobre este tema. Las invitaciones son la primera imagen que reciben nuestros invitados del evento, por lo que hay que cuidar especialmente su diseño.

Dependiendo de a qué personas está dirigida podremos ser más o menos creativos. Este punto es fundamental para lograr despertar el interés y captar la atención. Muchos son los aspectos que entran en juego a la hora de realizar una invitación. Colores, formas, tamaño de las letras, imágenes, vídeos, música, el tono utilizado en el texto… Todo influye y le hace tomar forma y carácter.

Por otro lado tienen que cumplir su misión de convocatoria. Datos como fecha, hora y lugar tienen que quedar completamente claros y no dar lugar a equívocos. Además habrá que incluir las indicaciones necesarias para el acceso y toda aquella información que creamos importante que se conozca.

Difusión en los medios de comunicación.

Cuanto más se hable de nuestro evento más alcance y notoriedad tendrá. Pero cuidado, esto solo nos interesa cuando se trate de un evento de gran magnitud y tenga un público objetivo bastante amplio. De lo contrario podemos encontrarnos con demasiados invitados.

Conseguir que un medio de comunicación hable de nuestro evento es bastante complicado para la mayoría de las empresas. Pero no hay que olvidar que hay muchos medios de comunicación. Y es que hay que tener en cuenta a la prensa especializada, prensa local, blogs y canales de Youtube que estén relacionados con los productos o servicios de nuestra marca. Ellos ofrecen información y si nuestro evento les resulta interesante, seguramente querrán compartirlo con su público.

Aquí tienes tan solo unas ideas de cómo hacer que la gente quiera venir a nuestro evento. En nuestro siguiente post te seguiremos dando consejos para que cumplas este objetivo.