Es un sector en crecimiento.

Cada vez más las empresas y marcas apuestan por la celebración de eventos para dar a conocer sus productos o servicios. Dejan de lado la publicidad más tradicional para decantarse por un tipo de acercamiento a sus invitados más cercano y emotivo.

Un evento bien realizado hace que sea difícil de olvidar y hace que asociemos la marca a un determinado sentimiento o emoción, algo complicado de conseguir de otro modo. Esto establece una relación más intensa y duradera entre empresa y cliente.

Ser organizado por encima de todo.

Si te gusta organizar y tienes una buena capacidad para ello, éste es tu trabajo ideal. Diseñarás un evento desde sus comienzos (ideas, elaboración de presupuesto, elección de lugares…) hasta el final (evaluación de resultados, informes…). Tendrás que organizarlo absolutamente todo, desde las invitaciones, la programación y la decoración del lugar, hasta el catering y la elección de los medios audiovisuales, pasando por un sinfín de cuestiones más. Así que si la organización no es tu fuerte, no será una buena opción para ti.

La imaginación y la creatividad marcan la diferencia.

Dedicarse a la organización de eventos es crear y diseñar experiencias capaces de despertar emociones en los demás. En cierto modo es una labor artística, en donde la imaginación y el ingenio juegan un papel muy importante.

Lo que va a distinguir un evento de otro es la capacidad creativa de su organizador, la elección de elementos nuevos para sorprender, su habilidad para provocar una sensación, un “feeling” tan solo con el ambiente, con la puesta en escena. Ese plus es lo que va a hacer que no todos los eventos sean iguales, hay que conseguir que cada uno sea único y diferente del resto.

Una buena actitud te hará disfrutar más aún de este trabajo.

Para este trabajo las relaciones son fundamentales. Hay que mantener contacto con proveedores, clientes, colaboradores…  Hay que tratar con mucha gente para organizar un evento, así que una buena actitud, empatía, asertividad, y capacidad de comunicación y para el trabajo en equipo, nos serán de gran ayuda. Y un poquito de psicología, también.

Con las personas o empresas con las que tenemos que trabajar el día del evento, tanto empleados como proveedores de servicios, hay que establecer unas relaciones sólidas y de confianza puesto que de ellos también depende que el evento tenga éxito. Si la celebración tiene lugar en un restaurante donde la comida es servida fría y los camareros no son todo lo amables que deberían ser, el evento será recordado sí, pero no como nos gustaría. Y es que todos trabajamos con más ganas y esfuerzo cuando nuestras relaciones laborales con los demás son buenas.

sdr

Olvídate de la rutina en la gestión de eventos.

Es un trabajo poco rutinario y que se sale de lo habitual, no es el típico empleo de oficina. Hay que hacer tareas de despacho, pero también hay que salir para asistir a reuniones, presentaciones de proyectos, entrevistas con proveedores, visitas a potenciales lugares para celebraciones. Es un trabajo en el que cada evento supone un reto y en donde no existe el aburrimiento.

Por tanto si te gusta organizar, tienes imaginación, eres creativo, no quieres estar todo el día encerrado en la oficina y te gusta relacionarte con los demás, no lo pienses más y dedícate a la organización de eventos.